jueves, 16 de febrero de 2012

Johannes Vermeer, del cuadro al libro y a los Simpsons



De Holanda en el siglo XVII a la serie de dibujos animados más vista de la actualidad, pasando por un libro y una película. El insólito recorrido de una obra clásica que dispara significados diversos.

Es curioso cómo una obra de arte como el cuadro "Chica con aro de perla" puede ser el punto de partida para una historia. Esto fue lo que ocurrió cuando Tracy Chevalier comenzó a dar vida a Griet, una joven de 16 años que en su novela trabajó en la casa del pintor holandés Johannes Vermeer. La escritora realizó una exhaustiva investigación de la vida del pintor y de la sociedad de Delft, pequeña ciudad holandesa donde nació y vivió Vermeer.

Griet, para Chevalier, fue una sirvienta que posó para el artista, quien para darle una visión más distinguida la adornó con los aros de su esposa. Cuando Vermeer muere, le deja a Griet aquellos aros para pagar parte de la deuda que el artista tenía con el carnicero, que era el marido de la mucama.

El libro de Chevalier llega a manos de Peter Webber, quien decide transformarlo en una película que fue filmada en 2003. El film narra el tranquilo y casi silencioso conflicto entre las religiones calvinista (la de la sirvienta) y católica (la de los Vermeer). Para recrear la atmósfera se basaron en toda la obra del pintor, generando con estas imágenes la escenografía y el vestuario. De este modo, prácticamente cada secuencia es un cuadro original de Vermeer.

De hecho este melodrama incluye, efectivamente, un comentario sobre la lucha de clases, sobre la colisión de religiones, además de recrear intensamente un tiempo perdido. El caso del cuadro "Chica..." abre, entonces, un fructífero e inesperado diálogo entre tres disciplinas distintas que se enriquecen mutuamente.

Johannes Vermeer nació el 31 de octubre de 1632 y murió el 15 de diciembre de 1675. Es uno de los pintores holandeses más conocidos del período barroco. Vivió durante la llamada "Edad de Oro" holandesa, en la cual su país experimentó un extraordinario florecimiento político, económico y cultural.

La mayoría de las representaciones de mujeres en los cuadros de Vermeer están relacionadas con una narrativa en la que instrumentos musicales u objetos del hogar influyen en la percepción de la acción. Sólo tres cuadros se desvían de forma importante de esta tónica y se pueden denominar retratos: "Muchacha leyendo una carta", "Dama virginal" y "Muchacha con turbante" (o "Chica con aro de perla").

La obra completa de Vermeer es muy reducida, solamente unos 35 cuadros. Pintó otras obras, hoy perdidas, de las que se tiene conocimiento por antiguas actas de subastas. Sus primeros trabajos fueron de tipo histórico, pero alcanzó la fama gracias a su pintura costumbrista, que forma la mayor parte de su producción.

En vida fue un pintor de éxito moderado. No tuvo una vida desahogada, quizá debido al escaso número de pinturas que produjo, y a su muerte dejó deudas a su esposa y once hijos.

Prácticamente olvidado durante dos siglos, a partir de mediados del siglo XIX la pintura de Vermeer tuvo un amplio reconocimiento. William Thoré-Bürger contribuyó a la consagración del pintor holandés con unos artículos periodísticos muy elogiosos. Actualmente es considerado uno de los más grandes pintores de Holanda y es particularmente reconocido por su maestría en el uso y tratamiento de la luz.

La fama de "Chica..." se debe sobre todo a su recepción actual y a que la obra fue la imagen elegida para representar una exitosa exposición en el Mauritshuis, en La Haya, en los años 1995 y 1996. La identidad de la retratada, en realidad, es desconocida. El fondo oscuro refuerza la claridad de la muchacha, sobre todo la de su piel. La modelo interactúa con el observador al mirarlo directamente y abrir ligeramente la boca, lo que en la pintura holandesa a menudo indica una conversación con el observador. También se conoce a esta obra como "La Gioconda" del Norte.

El turbante, con el paño amarillo cayendo hacia atrás, es una señal del interés que despertó en la época la cultura oriental, como consecuencia de las guerras contra el Imperio Otomano. Los turbantes pasaron a ser un complemento muy apreciado y extendido en la Europa del siglo XVII. Se destaca la presencia del aro de perla en la oreja, que brilla en la zona de sombra del cuello.

Una vuelta de tuerca a esta historia. El famoso cuadro terminaría ocupando un lugar en un capítulo de la irreverente serie de dibujos animados de "Los Simpson". La línea original del boceto de Vermeer terminó en la pantalla de la PC del dibujante y guionista Matt Groenig.

Publicado en www.gacetamercantil.com el 26 de noviembre de 2011