miércoles, 9 de noviembre de 2011

Diego Rivera en el MoMA desde el 13 de noviembre

Diego Rivera (México, 1886-1957) realizó una muestra de tan sólo cinco semanas entre diciembre de 1931 y enero de 1932 que provocó un record de público. Fue la segunda muestra monográfica organizada por el museo, (la primera estuvo dedicada a Henry Matisse).
El MoMA invitó a Diego Rivera seis semanas antes de la apertura de la muestra para trabajar sus murales dentro del museo y evitar los problemas del traslado.
Trabajando todo el día con dos ayudantes, Rivera produjo cinco "murales portátiles": realizados en grandes bloques de yeso, cal hidratada y madera que cuentan con audaces imágenes extraídas de temas mexicanos como también abordando temáticas sociales como la revolución mexicana.
Después de la apertura, Rivera agregó tres murales más, retratando a la clase trabajadora urbana y las divisiones sociales durante la gran depresión en la ciudad de Nueva York.
Entre los murales se encuentra “Zapata Líder agrario” que es un ícono de la colección.
Esta exposición reúne por primera vez en casi 80 años las obras realizadas por Rivera más dibujos a gran escala, también pequeños dibujos material de archivo relacionado con la Comisión y la producción de estas obras y diseños para el famoso mural Rockefeller Center de Rivera, que también produjo mientras trabajaba en el Museo. Se centró específicamente en obras creadas durante la estancia del artista en Nueva York, esta exposición muestra a Rivera como una figura cosmopolita capaz de moverse entre Rusia, México y los Estados Unidos y ofrecerá una mirada fresca al cruce de la política y del arte en la década de 1930.
Diego Rivera en la década del 20, después de finalizada la Revolución Mexicana, Rivera fue uno de los pintores que desarrolló un arte de murales públicos para celebrar la cultura indígena de México y enseñar a través de ellos a los mexicanos sobre su propia historia.
También visitó Italia para estudiar los frescos renacentistas, ya que los políticos y los artistas mexicanos reconocieron el valor de esta forma mural como un medio de educación e inspiración. Regresó a México en 1921, Rivera comenzó una notable serie de frescos, pinturas hechas sobre yeso húmedo, por lo que los pigmentos se fusionan con el yeso que seque.

Inaugura el 13 de diciembre hasta el 14 de mayo de 2012. En el MoMA, Nueva York.

1 comentario:

Cal Hidratada dijo...

Muy buena técnica, sin duda siempre hay muchas utilidades que se pueden realizar con estos materiales.