lunes, 1 de febrero de 2010

“El mundo es un lugar peligroso para vivir… no por la gente mala, sino por aquellos que se cruzan de brazos y lo permiten” Einstein


La resignación y el victimismo son realmente la plaga de nuestra sociedad. Nos sentimos tan insignificantes ante la globalidad y los grandes poderes del mundo que nos autoconvencemos de que no podemos cambiar las cosas. Pero esto es totalmente falso.

Y este cuento breve refleja muy bien nuestra capacidad individual de influir en el mundo.

CUENTO DE LA ESTRELLA DE MAR

Esta es la historia de un hombre que llega a una playa atestada de estrellas de mar moribundas tiradas sobre la arena. El hombre ve a una mujer que, una por una, va recogiéndolas y arrojándolas de nuevo al mar.

Él le dice: “¿ Por qué te esfuerzas? Hay millones de estrellas de mar en la playa, que tiene varios kilómetros de longitud. Y más playas al norte y al sur. No podrás devolverlas todas al mar, así que, ¿qué diferencia puedes hacer?”

La mujer, que tenía en ese momento una estrella de mar en la mano, la lanza al agua para que reviva y responde “A ésta sí le ha hecho una diferencia“.

¡Ya no toca quedarnos detras de la barrera, mirando y quejándonos sino ACTUAR¡

Todos, todos, todos los esfuerzos merecen la pena.


Foto: Garry Black

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