domingo, 20 de febrero de 2011

El imperio de la alegría de Edgardo Giménez


Cuenta que en el Instituto Di Tella la libertad no se declamaba, se ejercía. Como un alma libre, a este hombre multifacético le gustan los artistas sin red, como él. Se queja de falta de apoyo oficial.

Edgardo Giménez es un artista visual multifacético y autodidacta, uno de los pilares creativos del Instituto Di Tella en los años '60, dibujante, pintor, ilustrador, escenógrafo, diseñador de afiches, objetos y casas, y un hombre rebosante de una alegría que trasmite desde sus distintas caras.

¿En qué estás trabajando?

En terminar una autobiografía llamada "Carne valiente", junto a Rubén Ríos, que sale para noviembre. Hay un CD que acompaña el libro y en donde relato anécdotas desde mi infancia hasta ahora, musicalizadas por Esteban Peón. Me gustó bucear en el recuerdo, lo mejor fue rever fotos. Uno hace las cosas por uno, si hago una muestra es porque yo quiero. Siento que tengo mucha influencia de Hollywood. Cuando era chico ir a ver esas superproducciones me gustaba. Y después me gustaban los personajes exagerados, de desborde, a mí me gustan los desbordes. Creo que cuando se hace una crítica a una artista, el tiempo muestra siempre que se estaba equivocado. El mejor juez de las cosas es el tiempo, el tiempo ubica cada cosa en el lugar que corresponde todo. La historia se encarga de entronizar a los verdaderos artistas.


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