miércoles, 30 de junio de 2010

L. Benedit: "En la vida hacemos cinco o seis obras buenas, lo demás es relleno"



Inaugura su muestra "En casa y entre libros", donde expone un grupo de obras que profundiza en los temas que han aparecido repetidamente en su producción.
Luis Benedit presenta su muestra en Menéndez Libros y la tituló "En casa y entre libros". Allí expone un grupo de obras que profundiza en los temas que han aparecido repetidamente en su producción, como las acuarelas que remiten a una de sus motivaciones: la cultura ecuestre. También se exhibirán obras nuevas inspiradas y como homenaje a Florencio Molina Campos.

Benedit es arquitecto y artista plástico, y comenzó a exponer sus obras en 1960. Trabajó como arquitecto en España, recibió una beca del gobierno italiano para estudiar en Roma y combinó siempre su trabajo como arquitecto con el de artista plástico, disfrutando de ambos.

Fue el primer artista argentino en exhibir sus obras en forma individual en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Benedit realiza pinturas y objetos, y se mueve entre varios soportes. En sus obras pueden convivir huesos de animales con luces de neón, acuarelas y esculturas ensambladas o pinturas: todo es valido a la hora de buscar un canal de expresión.

Minutouno.com estuvo en su casa-taller, en un señorial edifico de la zona de Retiro donde hay mucha obra, tanto suya como de otros artistas argentinos, con una inmensa biblioteca, repleta de libros de arte y arquitectura y muebles-objeto diseñados por él.

Sus comienzos
“Cuando yo era joven, o estudiabas o trabajabas. No como ahora, que tienen como 35 años y están pensando en que hacer. Me inscribí en Arquitectura porque me parecía bien, pensé que iba a ser arquitecto toda la vida pero siempre pintaba y no sabía por qué o para qué", cuenta de un tirón.

"Un día vino un amigo con un crítico, Damián Bayón, que vivía en París, me dijo que tenía que exponer y me contactó con la Galería Lirolay, en los 60. Ahí me empezó a gustar el tema de exponer", recuerda. De inmediato, se fue a vivir a España, a trabajar en un estudio de Arquitectura y, de casualidad, conoció a un coleccionista suizo que le compraba todo lo que hacía.

Benedit pensó: "¡Qué bueno!, me voy a dedicar a la pintura, y al otro año me salía algo muy bueno de arquitectura. Iba alternando, después volví acá en los 60 y en los 70 trabajaba bastante en pintura. Después volví a la arquitectura y, como el estudio iba creciendo y las obras eran más importantes, y cada vez diseñaba menos, eran más reuniones de trabajo y lo que había se lo terminaba pidiendo a un dibujante".

El artista siempre hace algo de arquitectura y cosas de diseño. "En verdad, lo que más me está gustando ahora es el diseño de muebles, objetos y cosas".

Aquel coleccionista suizo que le compró más de cien obras, cuando Benedit comenzó a cambiar no le quiso comprar más. "Me pidió si podía volver al estilo anterior, pero fue imposible porque cuando ya estás en otra no hay vuelta atrás".

La construcción de la imagen
Según Benedit, hay algunos artistas que son disparadores de imágenes o ideas. "Como artista disparador de aquí -señala- a mi me pareció Antonio Berni, a quien conocí cuando era chico porque él era muy amigo de una tía mía, y de afuera, cuando vivía en Italia, conocí a Gianni Kounellis y ví sus obras, que me abrieron la cabeza".

A veces, Benedit no quiere vender ciertas obras. "Yo no tengo la teoría de que vender un cuadro es como vender un hijo", advierte, y añade que "están ahí para que los venda, pero las que son como obras redondas, que salen rápido y bien, ésas las quiero conservar".

Ahí subraya que en su vida, un artista hace "cinco o seis obras buenas: lo demás, es relleno".

Hace mucho enseñó en la escuela de la Cárcova. "Era como un taller-libre al que podían venir de las escuelas o de afuera, pero ahí me aburrí mucho porque los que venían de la escuela eran terribles".

De los tipos interesantes que recuerda, uno era tornero. "Venía a la noche pero tenía algo, y otro interesante era un estudiante de química. Es decir, los más interesantes eran los que no tenían que ver con las carreras de arte y tenían necesidad de hacer algo", apuntó.

Para Benedit, "la idea de la ocupación del espacio es algo que está hecho hace mucho. Y muchos artistas jóvenes no tienen información suficiente porque aparecen con cosas bien hechas pero que ya se hicieron hace treinta años. Hay una excesiva permisividad", enfatizó.

Para el común de la gente, "se hace muy difícil digerir, por eso hay un rechazo intuitivo y es lógico si lo que están viendo es malo".

A pesar de los viajes y de haber vivido en varios países, su obra "es de acá" porque uno "es hijo de sus circunstancias, incluso las geográficas".

Benedit presenta sus obras en Menéndez Libros, lugar del que es habitué, en Paraguay 431, hasta el 30 de julio.
Nota publicada el 29 de junio de 2010 en www.minutouno.com

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