jueves, 16 de febrero de 2012

ARTE Y CIENCIA. Proyecto Beyond Text Veo, luego percibo

Un científico argentino convocó a un artista y compatriota a trabajar en un experimento en la universidad de Leicester para tratar de explicar como opera la percepción.

¿Qué ves cuando se ve? Parafraseando a la canción de "Divididos", éste es un interrogante que se viene haciendo el Hombre desde el principio de los tiempos y son los artistas visuales los que muchas veces lo responden desde sus obras, ya sea estudiando los principios de la física o desde un conocimiento intuitivo.

El hombre conoce el mundo y toma conciencia de sí mismo a través de sus sentidos, y es como respuesta a los estímulos que se presentan como los organiza en su cerebro, proceso que estudia la neurociencia. Otras teorías basan la percepción en estímulos que responden a procesos psicológicos (como la Gestalt), otros prefieren pensar que la percepción tiene un origen innato, rozando lo esotérico.

Sobre cómo se construye la realidad con lo que nos llega a través de los sentidos es uno de los misterios que los científicos intentan reveIar.

En Londres, el profesor Rodrigo Quian Quiroga, un neurocientista argentino que trabaja en la Universidad de Leiscester, invitó al artista visual Mariano Molina a formar parte de un equipo para trabajar combinando los conocimientos de ambos acerca de la percepción visual. Como parte del proyecto, en diez telas se plasmaron los principios de la percepción, acompañados de textos explicativos sobre esos principios.

Según Quian Quiroga los artistas utilizan muchos de los principios de la percepción. Es por eso que pensó en un artista visual para resolver la representación de sus teorías.

No es la primera vez que se cruzan ciencia y arte. Hace tiempo, Jorge Luis Borges le alcanzó a Quian Quiroga, con su personaje "Funes, el memorioso", una respuesta a la teoría del olvido y llegó a la conclusión de que ciertas células del cerebro se limpian de información superflua –es decir, olvidan- para que podamos focalizarnos.

Al neurocientista le gusta crear puentes entre dos disciplinas totalmente distintas: la ciencia y el arte. "Lo que hacemos con Mariano Molina es que él crea obras de arte nuevas usando principios de la neurociencia", explica el científico.

Por ejemplo, sobre la oclusión apunta que "si algo cubre una cosa, sabemos que la primera está más cerca que la segunda. Y si empezás a usar esto en las pinturas podés crear una sensación de profundidad".

Otro principio, que es un poco más complejo, se llama rivalidad binocular: "Este principio dice que la información que recibimos de los dos lados converge en el cerebro y de esto obtenemos imágenes en 3D, podemos ver en profundidad". Ahora, si de repente se muestran dos fotos diferentes a cada uno de los ojos el cerebro se confunde. "Y lo que pasa es que el cerebro va a cambiar de una imagen a otra. Esto crea confusión en el cerebro, que sólo puede procesar las imágenes de a una y las va alternando".

Otro efecto de profundidad se puede crear fácilmente usando los antejos para ver películas en 3D y si se pinta una tela con los colores exactos de los anteojos, "se verá que las imágenes se alternan de manera azarosa", agrega Quian.

Quian y Molina acordaron cómo aplicarían los principios en imágenes. El artista en su computadora creó una imagen y en el medio de esa imagen hay círculos con muchos puntos en el medio, los que producen el efecto de hacer vibrar al resto de la obra.

"La idea con la obras es realizar una muestra en 'Embrace Arts', en Leicester, Inglaterra, y que con ellas se muestre y se expliquen los principios de la percepción", apuntó Quian Quiroga.

Para el público, se trata de alcanzar un conocimiento en otro formato ya que no está leyendo un libro sobre neurociencia, sino experimentando de manera directa una obra de arte que utiliza esos principios.

La foto de la difusión del proyecto presenta a Molina y a Quian Quiroga y es una especie de resumen de la interacción, ambos de pie con un fondo blanco y como si entre ellos y el espectador hubiera un vidrio sobre el que dibujan: el neurocientista, una red neuronal, y el artista, adapta unos dibujos de Santiago Ramón y Cajal, considerado el padre de la neurociencia, y de quién se conservan las obras de sus estudios sobre la comunicación entre neuronas, que Quian Quiroga ve similares a las obras de Jackson Pollock. Es por esto que a Pollock se lo muestra como protagonista en otra de las obras.

El objetivo final es que la gente se interese, y hacer que la muestra sea itinerante. "Este intercambio entre ciencia y arte provocó algo que de otra manera hubiera sido imposible, ya que no había muchas posibilidades para empezar estas colaboraciones". En el arte hay mucha ciencia para ver, no solo está en los libros.

Nota publicada el 20 de Enero de 2012 en www.gacetamercantil.com

No hay comentarios: